Dolores L. Z.
5/5
He estado en un par ocasiones desde la nueva apertura el pasado miércoles 12 de marzo y solo puedo decir que la nueva dueña ha hecho un trabajo fantástico. El restaurante es precioso, con una decoración cuidada y adaptada al entorno de la venta, además de unas vistas a la naturaleza que lo rodea que dejan sin palabras. El ambiente es acogedor y perfecto para disfrutar de una buena comida y una sobremesa con amigos, familia… La carta es variada, extensa y llena de productos locales; con opciones para todos los gustos y edades, platos de calidad y una muy buena relación calidad-precio. La selección de vinos es espectacular. Los postres caseros son una delicia, especialmente la tarta de queso… ummm, ¡riquísima! También he probado varios cócteles y son todo un acierto: frescos, naturales y llenos de sabor, con una carta muy variada que hace difícil decidirse por uno solo. Además, destacar la amabilidad, la atención y el buen hacer del personal, en especial de Paloma, Miguel y de Fátima, que hacen que la experiencia sea aún más especial. Sin duda, un lugar al que volveré en más ocasiones.